En torno al lenguaje (1984)
Papel Literario de EL NACIONAL
Caracas, 17 de octubre de 2009.
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“La poesía de Rafael Cadenas es un tejido hecho
de varias voces (arcaicas, internas, luminosas) que trama el hilo cierto del
silencio (absorto, lúcido, impertérrito); por eso, dice tanto como calla.
Leer a Cadenas es recorrer el entramado (sutil y firme, delicado y
tentativo) de un proyecto poético que se arriesga a darle la palabra al
silencio…
”La poesía de Cadenas es una invitación a la soledad, una conversación en
sus umbrales. Hecha a nombre de la casa de la lengua, de la morada poética,
nos descubre la saturación en que andamos, la redundancia en que hablamos. Y
nos comunica el deseo de una palabra por hacerse, de una voz por pulirse, de
un camino por abrirse en esta orilla del poema perdido y prometido. Por eso,
hablar es para ella reconstruir el silencio, al que se debe y al que
convoca.”…
“Presencia de Rafael Cadenas”, Julio Ortega
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“También la obra de Rafael Cadenas se inicia con el deslumbramiento ante los
poderes verbales y de la imaginación. Pero su ruptura con todo eso se va
haciendo más radical. ¿El radicalismo de Cadenas? Quizá no haya nada más
sencillo y a un tiempo más complejo. Cadenas no es un naïf ni un
místico, mucho menos un esteta. Lo que busca es regresar a una relación
directa con el mundo y que la palabra sirva a esa relación. Me
parece que así lo sugiere en un poema de uno de sus últimos libros: Voz
antigua,/ocultabas la ruta./Ahora ocupas tu puesto./ Ya no hay conjuro.
Ya no la palabra encantatoria, ni siquiera le mot juste, sino la
palabra que ocupa su puesto; ya no es el mero despojamiento, sino el despeje
que abre la verdadera “ruta hacia lo real”. Pero no hay que adelantarse.
Veamos, a través de su obra misma, las frases de este proceso…
”Podría ser más aceptable que se le reproche a Cadenas su inflexibilidad, su
falta de sentido del humor o la ironía. Aun ese reproche me parecería
injusto. Nada más flexible que su lenguaje –otra cosa es que no sea
acomodaticio, mucho menos “modernoso”. Y creo que en su obra están presentes
el humor y la ironía, aunque de manera distinta a la ya conocida: es decir,
desenredando la trama. ¿No se funda la poesía en la metáfora, en el
como si? Pues bien, él la emplea –cuando la emplea– para enfrentarnos a
la realidad que ignoramos detrás del juego, del espectáculo. Justamente uno
de sus textos se titula “As if”: todo es como
si amáramos, sintiésemos, viviéramos, hasta que se ansía el error: una
suerte de liberación; pues, concluye, puede que al equivocárselos
actores rocen la verdad.
“La metáfora del silencio”, Guillermo Sucre
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© Rafael Cadenas